REPUBLICA BOLIVARIANA
DE VENEZUELA
MINISTERIO POPULAR PARA
LA EDUCACIÓN SUPERIOR
UNIVERSIDAD NACIONAL
EXPERIMENTAL “SIMÓN RODRÍGUEZ”
SAN JUAN DE LOS MORROS
ESTADO GUÁRICO
Facilitador: Integrantes:
Ing. Juan Carlos Prado Coello
Yoan V-14.643.994
Cátedra: Gestión de Tecnología Leon
Danis V-11.115.115
Seccion: “A” Reyes Maureen V-15.823.723
San Juan de Los Morros Noviembre, 2012
INTRODUCCION
La energía es un factor decisivo en un país, pero la estructura de
cobro en Venezuela está descuidada y evita el crecimiento del sector pues
existe una gran deuda con el mismo, esto además estimula la demanda lo que crea
una escaza cultura en los habitantes sobre el ahorro energético. Venezuela
tiene altísimas oportunidades en la generación eléctrica, pero las bases que
suministran al país de energía no fueron diseñadas para cumplir la función de
base nacional, causando escasez. La sequía El Niño, agravó la situación lo que
creó un plan de rescate, pero resultó insuficiente y es necesario el aumento de
los ingresos del sector. Por esto las inversiones deben orientarse, al corto
plazo, a la generación térmica y a mediano/largo plazo a la generación
hidroeléctrica, además de requerir una política de impuesto que permita
controlar el cobro adecuado de la tarifa eléctrica, y generalmente orientada a
las empresas de consumo masivo que estimule a la eficiencia, lo que contribuirá
a la cultura nacional
Venezuela es un país particular a sus
vecinos, posee muchísimas riquezas que da altas ventajas absolutas frente a
otros países, a pesar que dichas riquezas no son eficientemente aprovechadas,
aún la participación mundial es privilegiada. En lo referente a la energía es
donde podría destacar por su elevado potencial, más la situación energética
actual deja mucho que desear; Venezuela cuenta con los principales combustibles
utilizados para el aprovechamiento de la energía natural, destacando como país
productor de petróleo, con altas reservas de gas y tramos hidrográficos
ideales, esto hablando bajo el enfoque de producción energética.
Esto
dio lugar a que, como somos generadores energéticos, se cobrara una tarifa por
debajo del necesario para cubrir las necesidades del sector eléctrico. Dicha
tarifa no ha sido modificada aún, por lo que puede inferirse que los precios
bajos de las energías son barreras para su desarrollo.
Situación actual de las empresas de energía (gas
y electricidad)
Venezuela es un país que
puede jactarse de su potencial energético. Tiene reservas considerables de
petróleo, gas natural y carbón, así como el potencial hidroeléctrico derivado
de sus ríos al sur del país, lo cual le facilita obtener la energía secundaria
mas importante hoy en día para la sociedad.
Sin embargo, una mala gestión de estos recursos y del sector eléctrico como per se compromete seriamente la disponibilidad de electricidad en el país. El resultado de esa mala gestión, iniciada a mediado del año 2002, ha aflorado en el 2008 con tres fallas graves visibles que han dejado a más del 60% de la población venezolana sin el servicio eléctrico.
Cabe recordar que la electricidad no es almacenable, se produce y se consume. En otras palabras, la capacidad de generación debe estar en concordancia con la demanda. Dicha capacidad debe ser siempre, por condiciones de confiabilidad en la prestación de servicio, al menos un 30% superior a la capacidad demandada. Cuando esta holgura comienza a disminuir, se presentan los llamados “apagones” y el racionamiento programado o no. Este aspecto reseñado con la capacidad de generación es trasladable a los sistemas troncales de transmisión y a los sistemas distribución de electricidad.
Otro aspecto importante ocurre con la planificación del sector el cual debe proveer un horizonte de al menos 20 años. Esto obedece a que desde que se planifica y entra en operación una central hidroeléctrica transcurren en promedio 10 años; para plantas térmicas de más de 500 MW entre 3 y 5 años, y plantas nucleares 15 años. Es de señalar que en plantas menores a 500 MW se pierde la economía de escala y eficiencia energética.
Características del Sector
El sector eléctrico venezolano desde el
año 2007 ha modificado su estructura al ser estatizadas las empresas privadas y
haber creado la Corporación Eléctrica Nacional (CEN), la cual es el holding que
engloba las políticas y directrices del sector.
La capacidad total instalada es de 21.215 MW, de los cuales el 65% (13.865 MW) son hidroeléctricos y 35% (7.350 MW) son térmicos. Esta distribución de generación es una debilidad del sistema eléctrico nacional debido a su alta dependencia de la hidroelectricidad, y por la ubicación de esta generación al sur del país lo que requiere de largos sistemas troncales de transmisión para llevar la electricidad hacia el centro y centro-occidente del país, por lo que una falla en estas instalaciones afecta considerablemente el servicio. Hasta mediados del 2005, una falla ocurrida en este sistema de generación-transmisión era soportada por las plantas térmicas grandes de Tacoa, Planta Centro y Ramón Laguna. Por el retardo de la ejecución de las inversiones para plantas y líneas de transmisión nuevas y el crecimiento de la demanda, dichas plantas térmicas, hoy en día, no pueden absorber la falla, de allí la interrupción en cascada del suministro de electricidad. En la figura a continuación un esquema de las plantas de generación y los sistemas de transmisión a nivel nacional.
Las plantas térmicas están diseñadas
para consumir unas gas natural, otras diesel y otras fuel oil o combinaciones
de estos combustibles. Otra característica negativa del sector eléctrico es que
del total generado, un volumen equivalente a la generación térmica no es facturado o
en otras palabras es considerado como pérdidas, las cuales totalizaron para el
año 2005 unos 25.403 GWh, equivalente al 24% del total generado para la
misma fecha.
En cuanto a la tarifa eléctrica esta es una de la más baratas de Latinoamérica. El promedio nacional para el año 2005 fue de 64.47 Bs./KWh (0.03 $/KWh). Las tarifas no han sido modificadas en los últimos 8 años, situación que ayuda a la desinversión en el sector.
En cuanto a la tarifa eléctrica esta es una de la más baratas de Latinoamérica. El promedio nacional para el año 2005 fue de 64.47 Bs./KWh (0.03 $/KWh). Las tarifas no han sido modificadas en los últimos 8 años, situación que ayuda a la desinversión en el sector.
En lo atinente al consumo por cliente residencial para el año 2005 se sitúo en 4.322 KWh, para una población servida de 26.3 millones de personas equivalente al 98.9 % de la población nacional.
La Demanda
La proyección de la demanda eléctrica
mostrada en la grafica fue realizada por la Cámara Venezolana de la Industria
Eléctrica (CAVEINEL… una vez estatizado el
sector esta organización dejó de existir) en el año 2004. Para ese año la
demanda se situó en 96.850 GWh, necesitando para su obtención unos 17.000 MW,
equivalente al 80% de la capacidad instalada para ese año. Este porcentaje es
menor a lo que indican las buenas prácticas técnicas y gerenciales, es decir,
ya se estaba utilizando un 10% de la holgura.
En el escenario 1, que presenta una demanda de 123.189 GWh para el año 2012, necesita la instalación de 7.000 MW (incluye el 30 % de holgura) adicionales a los del 2004.
En el escenario 1, que presenta una demanda de 123.189 GWh para el año 2012, necesita la instalación de 7.000 MW (incluye el 30 % de holgura) adicionales a los del 2004.
Para el escenario 2, la demanda estimada en el año 2012 es de 140.279 GWh requiriéndose la instalación de 10.800 MW (incluye el 30 % de holgura) adicionales a la capacidad instalada del año 2004.
Estas cifras indican que el sector eléctrico desde el punto de vista de generación está en crisis, ya que no se ha incorporado nueva capacidad de generación, lo cual se refleja en las señales que ha dado el sistema, y que ya fue mencionado anteriormente.
Una proyección de demanda al año 2024, indica la necesidad de instalar 22.500 MW (incluye el 30 % de holgura) adicionales a lo instalado en el año 2004. Adicional a lo anterior, es bueno recordar que el tiempo de vida operativa de una planta térmica esta entre 20 a 25 años, lo cual implica que debemos estar renovando gran parte de los 7.350 MW instalados.
Por otra parte, el gobierno ha podido “paliar” circunstancialmente esta situación con dos acciones directas: El reemplazo de bombillos incandescentes por bombillos de luz fría (bombillos ahorradores) y por un racionamiento “vedado” en ciertas zonas del país. Sin embargo, esto ya no es suficiente. Por ejemplo, los bombillos ahorradores una vez que se queman, los usuarios lo reemplazan por incandescentes por ser estos más baratos. De allí la nueva ofensiva del gobierno de volver a regalar los bombillos de luz fría.
Obsérvese en el grafico que el aporte de la hidroelectricidad se mantiene invariable después del año 2004, por lo que el crecimiento de la demanda es absorbido por generación de origen térmico.
La Crisis
El actual sistema eléctrico nacional no
cuenta hoy con la capacidad para satisfacer la demanda. En otras palabras, el
sistema colapsó. Existe deficiencia en la generación, en la transmisión y en la
distribución, y todo motivado por una gerencia ineficiente que en los últimos
10 años no ejecutó los proyectos programados y necesarios para satisfacer la
demanda, la cual creció en dicho periodo en un 3.3% interanual.
La crisis ya se mostraba soterradamente en ciertas regiones y ciudades del país en las cuales se les aplica, desde hace mas de año y medio, un racionamiento o suspensión del servicio que las empresas públicas (principalmente CADAFE) denominaron “suspensión por trabajos técnicos”. Por otra parte, el gobierno creó la "Misión Revolución Energética" en la cual se sustituyeron unos 52 millones de bombillos incandescentes, aspecto que ya fue discutido.
Como vemos, el gobierno conocía la situación de crisis, tantas veces anunciada por los expertos y tantas veces negada por este. Lo que dejó al descubierto al gobierno por los seguidos apagones nacionales (29 de abril y el 1 de septiembre.). El último ocurrió el domingo 19 de octubre en la mañana cuando la carga (demanda) del sistema es mínima…pero coincidió con un mantenimiento de dos de las líneas de la terna de 800 Kv. Esto demostró lo frágil en que se encuentra el sistema eléctrico nacional.
El gobierno ha dicho que la crisis estará resuelta en tres meses... nada más alejado de la verdad.
Recordemos que se necesita instalar unos 7.000 MW en los próximos 5 años (1.400 MW por año). Para tener una idea, tal capacidad de generación anual equivale a la construcción de una planta similar a “Tacoa”. Una planta de esta capacidad toma un tiempo de construcción de al menos 3 años… no 3 meses. Para ver el deterioro en que se encuentra Planta Centro, haga click aquí.
Por otro lado, el actual gobierno “congelo” el desarrollo hidroeléctrico del Alto Caroni, (ver grafico de proyección de la demanda) por lo que el desarrollo futuro de generación eléctrica tendrá que ser térmica (Nuclear…ni pensar ya que una planta de este tipo se tarda 15 años en construirla). Lo más rápido a instalar serían turbinas a gas de 4ta. generación tipo GE 9E o frame 7.
Al instalar la capacidad de generación faltante, se requerirá un suministro de gas para alimentar a estas turbinas de alrededor de 1.400 millones de pies cúbicos diarios (MMPCD). El país, hoy, sin incluir este volumen, presenta un déficit de 1.500 MMPCD. En otras palabras, no tenemos gas en el mediano plazo. Habría que generarlo, y el Plan Siembra Petrolera, tiene hoy un desfase de 3.5 años.
Otra opción sería alimentar las turbinas con hidrocarburos líquidos (léase diesel). Este enfoque implica un consumo de 180 mil barriles diarios, volúmenes que no irían a exportación, disminuyendo así el ingreso de divisas. Por otro lado, hay que recordar que cada día la producción de crudo es menor para alimentar a las refinerías y estas no están trabajando a plena carga… quizás la opción sería importar diesel, ¡al igual que hoy en Venezuela se importa gasolina!
Otra vía para generar térmicamente
sería Orimulsión™ o
carbón. En ambos casos, las turbinas serían a vapor (no a gas)…y se tarda más
su instalación y construcción. Con respecto a la Orimulsion™, debemos recordar
que el régimen la eliminó en el año 2003. Con respecto al carbón, a
mediados de los años 80 del siglo pasado se habla de una planta eléctrica en el
Zulia denominada “Carbo Zulia”. Los estudios indicaban que había que
complementar el carbón zuliano con coque siderúrgico para aumentarle su
calidad.
Podemos indicar que independientemente del combustible que se escoja, el déficit de generación térmica puede ser cubierto, como muy temprano, entre 3 y 5 años, trabajando fuertemente, aspecto este que el régimen no ha dado buenos indicios. Es de acotar que para el suministro de los combustibles se requerirá, independientemente de dónde se instale la generación, de sistemas de transporte, muelles, gasoductos, poliductos y almacenamiento, lo cual complica aún más el panorama.
En lo atinente a la inversión se estima en 360 $/KW, por lo que cada turbina de las indicadas arriba tiene un costo de alrededor de 54 MM$. A esto hay que agregarle el costo de construcción de planta y equipos. Un estimado total se sitúa en 1.000 $/KW, para una inversión total sólo en generación del orden de los 7.000 millones de dólares. También es de aclarar, aun teniendo la disponibilidad del dinero, que estos equipos no se encuentran en un estante tipo supermercado…sino que tienen tiempo de entrega, en algunos casos hasta mas de 2 años.
Podemos indicar que independientemente del combustible que se escoja, el déficit de generación térmica puede ser cubierto, como muy temprano, entre 3 y 5 años, trabajando fuertemente, aspecto este que el régimen no ha dado buenos indicios. Es de acotar que para el suministro de los combustibles se requerirá, independientemente de dónde se instale la generación, de sistemas de transporte, muelles, gasoductos, poliductos y almacenamiento, lo cual complica aún más el panorama.
En lo atinente a la inversión se estima en 360 $/KW, por lo que cada turbina de las indicadas arriba tiene un costo de alrededor de 54 MM$. A esto hay que agregarle el costo de construcción de planta y equipos. Un estimado total se sitúa en 1.000 $/KW, para una inversión total sólo en generación del orden de los 7.000 millones de dólares. También es de aclarar, aun teniendo la disponibilidad del dinero, que estos equipos no se encuentran en un estante tipo supermercado…sino que tienen tiempo de entrega, en algunos casos hasta mas de 2 años.
En lo concerniente a la “Generación Distribuida”,
que el gobierno ha asomado como la panacea, podemos indicar que con la
instalación de 1.000 MW con plantas de 15 MW de capacidad (67 plantas en total)
no resuelve el problema en el corto plazo. Estas unidades de generación han
sido instaladas en poblaciones aisladas donde hoy es imposible por lo costoso
llevarles electricidad desde el sistema eléctrico interconectado.
El enfoque lógico es el de instalar grandes centros de generación, tal como se hizo en la década de los 60 del Siglo XX, cuando se planificó el desarrollo hidroeléctrico en Guayana, la construcción de Planta Centro (CADAFE), de Tacoa (ELECAR) y Ramón Laguna (ENELVEN).
El enfoque lógico es el de instalar grandes centros de generación, tal como se hizo en la década de los 60 del Siglo XX, cuando se planificó el desarrollo hidroeléctrico en Guayana, la construcción de Planta Centro (CADAFE), de Tacoa (ELECAR) y Ramón Laguna (ENELVEN).
Esta planificación macro y nacional
permitió que la población venezolana disfrutara de la electricidad las 24
horas, y no de una forma parcial como es característico de la generación
distribuida, y que existía en muchas ciudades y poblaciones de Venezuela para
la época. Bueno, esto, etapa ya superada, es lo que ofrece el gobierno para
paliar la situación a la que nos ha llevado por su ineficiencia al no ejecutar
los proyectos necesarios para absorber el crecimiento de la demanda y al no
efectuar los programas de mantenimiento que requiere un sistema tan complejo y
frágil como es el eléctrico.
Algunos voceros del gobierno han expresado que la generación compartida la ha aplicado Cuba, y que ha sido exitoso. Es posible que haya sido así… pero, ¿tenía -o tiene- Cuba un índice de electrificación como el de Venezuela, la cual (aún hoy) está dentro de los mayores del mundo?.
Algunos voceros del gobierno han expresado que la generación compartida la ha aplicado Cuba, y que ha sido exitoso. Es posible que haya sido así… pero, ¿tenía -o tiene- Cuba un índice de electrificación como el de Venezuela, la cual (aún hoy) está dentro de los mayores del mundo?.
En otras palabras, ¿existe en Cuba un
sector industrial como el de Venezuela (el que queda); tiene una industria del
Aluminio que depende 100% de la electricidad; está el sector comercial y de
servicios tan desarrollado como en Venezuela; la población cubana tiene los
artefactos y equipos eléctricos que posee la venezolana, etc.? La respuesta es
NO. Esa es la razón del éxito de la generación distribuida en Cuba.
Por otro lado, con la generación distribuida se pierde la economía de escala, lo cual hace que los costos se incrementen, y por ende el usuario deberá pagar una factura más alta. Igualmente, por ser menos eficiente que las turbinas a vapor, las turbinas a gas-liquido (si son duales) emplearán mayor cantidad de combustible y, como su ubicación principalmente sería en centros poblados aislados a los sistemas de distribución de gas o si están cerca no hay gas, se alimentarían con gasoil (diesel), combustible “Premium” en el mercado internacional.
Otro aspecto que debemos considerar
es la adecuación de los sistemas de transmisión y distribución para colocar la
oferta donde se ubica la demanda. Para efecto de planificación y sentido
direccional, se utiliza que por cada dólar invertido en generación se debe
emplear 0.33 dólares en transmisión y 0.17 dólares en distribución y
comercialización. Esto hace que para una inversión en generación de 1.000 $/KW,
la inversión total sería del orden de los 1.400 $/KW.
Para el caso que hemos analizado en el
presente documento, de la necesidad de instalar unos 7.000 MW al año 2012, la
inversión estimada se situaría en 9.800 millones de dólares. A esta inversión
habría que agregarle el reemplazo o repotenciación de las plantas actuales por
su obsolescencia.
La situación actual de Venezuela,
involucra en particular tres ámbitos energéticos todos considerados en crisis,
cada uno con una altísima incidencia en lo social. Para cada uno hay múltiples
propuestas de solución a la coyuntura industrial diagnosticada; en particular
nos referimos a los tres servicios ya mencionados: gas domestico, electricidad
residencial y gasolina, los cuales desde el punto de vista de su
funcionamiento, atraviesan crisis severas, y las propuestas para su superación
implicarían traumas severos para la población del país, lo que crearía severas
restricciones en cuanto a su viabilidad política y económica.
Este servicio, entre los considerados,
es el único que realmente opera satisfactoriamente en todo el territorio
nacional, a través de 1.500 estaciones de servicio y que se expende al
consumidor venezolano a precios muy por debajo de sus costes de producción.
Este, se puede considerar como el único
beneficio que recibe la población venezolana en su condición de país petrolero,
de grandes reservas y de producción de grandes proporciones a nivel global.
Es de hecho, el sector que más polémica
ha generado desde que este subsidio existe. Las consideraciones son diversas,
pero se refieren principalmente a los 700 mil barriles de consumo interno, y
que hoy día a los precios internacionales implican subsidios del orden de 15
mil millones de dólares para este año, según los cálculos de diversos
economistas.
Estas consideraciones teóricas y la
experiencia histórica concreta nos indican que la política petrolera eficiente
para Venezuela no es aquella que maximiza la renta petrolera, sino aquella que,
en conjunción con una política económica integral, sea capaz de impulsar el máximo
crecimiento de los distintos sectores productivos en el largo plazo. Es decir,
la política petrolera debe entenderse como un capítulo de la política integral
de Estado para impulsar el desarrollo global de nuestro país.
La políticas fiscal, monetaria,
cambiaría, comercial, y de gasto e inversiones públicas, deben estar definidas
para convertir a Venezuela en un país de altos volúmenes de comercio
internacional que exporte una mayor cantidad de bienes y servicios distintos al
petróleo y que sustituya eficientemente importaciones. Esto significa una
economía muy abierta comercialmente, corrigiendo cualquier distorsión que
impida el logro de la competitividad internacional de la misma. Con un sector
público reestructurado, con el compromiso de lograr un gasto eficiente en
educación y salud pública, seguridad social, justicia e inversiones sociales y
en infraestructura para el desarrollo.
CONCLUSION
Plan Nacional “Simón Bolívar” de
establecer los precios de las tarifas acorde a la proveniencia de la energía.
Esto es una buena intención de darle el verdadero valor a lo que consumimos, y
también crearía ciertos nichos nuevos de mercado para las inversiones, según la
nueva tarifa, por lo que debe ser algo estudiado con la mayor profundidad para
que la intención de descentralizar el país no termine en todo lo opuesto, en
fin, esto puede ser adecuado con la planificación y el estudio necesario,
además de coordinarlo con el crecimiento debido y necesario del Sistema
Eléctrico Nacional.
A
pesar de esto, hay un factor importante a tener en cuenta, y eso que en el Plan
Nacional “Simón Bolívar” mencionan el hecho de racionalizar el uso de energía.
Esta parte puede ser doble filo, pues si bien es cierto que es necesario que la
sociedad tenga tendencia al ahorro energético, sin embargo la idea no debe ser
justificar los apagones y ausencia del servicio eléctrico por la intención de
ahorrar, existen otros métodos como la publicidad al ahorro o la herramienta de
los precios para acondicionar al consumo y no resulta necesario la ausencia del
servicio, que es el costo más alto que podríamos pagar. Y si se menciona el
hecho de “mejorar la red energética y su comercialización” se puede inferir que
existe un compromiso por el Estado para inculcar los valores necesarios en
las personas para que hagan un buen uso del servicio, además de realizar las
modificaciones correspondientes para que los proveedores del servicio tengan la
rentabilidad requerida y se estimule la inversión.
El impacto ambiental es algo que tiene
cada vez mayor importancia a nivel mundial, y Venezuela no es precisamente el
mejor ejemplo de cuidado ambiental. Por tomar un ejemplo, el requisito mínimo
que solicita el Estado para construir, es el estudio de impacto ambiental, pero
este requisito no es suficiente para obtener mejoras en el ambiente, sólo
contribuye en su conservación. Y esto es sumamente importante en un país como
Venezuela que tiene también altísimo potencial natural, cuenta con paisajes
privilegiados y tiene todo un campo turístico por desarrollar. Es razón para
que cada vez más las políticas sean orientadas al cuidado ambiental, y el
Sector Eléctrico Nacional no es la excepción. Ya sea impulsando la generación
de energías alternativas o simplemente aplicando nuevas medidas para que la
instalación y funcionamiento de las plantas generadoras no tengan que derivar
en daños ambientales.
Al mismo tiempo que la instalación y
funcionamiento también debe tener la consideración adecuada de las poblaciones
que estén adyacentes, pues la calidad de vida de las personas, y su ecosistema,
no debe verse degradado, entonces así como se tiene que considerar el ambiente
y el daño que hay que evitar, también tiene que observarse el estilo de vida de
las personas que conviven allí, buscar mejorar sus condiciones de vida si es
posible.
BIBLIOGRAFIA
Armenteros Acosta M. Y Vega García C.
La Innovación tecnológica: Condicionamiento e impacto social en Tecnología y
Sociedad GEST-MES. Editorial "Félix Varela"1999.
Avalos G. I Aproximación a la gerencia
de tecnología en"Ciencia, tecnología y desarrollo interrelaciones teóricas
y metodologicas. Compilador Eduardo Martínez Edit Nueva Sociedad. Venezuela,1994.
venezuela,1994
http://www.cnti.gob.ve/index.php?option=com_content&task=view&id=93
http://oncti.gob.ve/pdf/locti.pdf
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