viernes, 23 de noviembre de 2012


REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “SIMÓN RODRÍGUEZ”
SAN JUAN DE LOS MORROS
ESTADO GUÁRICO
                                        


Facilitador:                                                                     Integrantes:
Ing. Juan Carlos Prado                                    Coello Yoan      V-14.643.994
Cátedra: Gestión de Tecnología                     Leon Danis       V-11.115.115
  Seccion:    “A”                                               Reyes Maureen V-15.823.723



San Juan de Los Morros Noviembre,  2012

 

INTRODUCCION
     La energía es un factor decisivo en un país, pero la estructura de cobro en Venezuela está descuidada y evita el crecimiento del sector pues existe una gran deuda con el mismo, esto además estimula la demanda lo que crea una escaza cultura en los habitantes sobre el ahorro energético. Venezuela tiene altísimas oportunidades en la generación eléctrica, pero las bases que suministran al país de energía no fueron diseñadas para cumplir la función de base nacional, causando escasez. La sequía El Niño, agravó la situación lo que creó un plan de rescate, pero resultó insuficiente y es necesario el aumento de los ingresos del sector. Por esto las inversiones deben orientarse, al corto plazo, a la generación térmica y a mediano/largo plazo a la generación hidroeléctrica, además de requerir una política de impuesto que permita controlar el cobro adecuado de la tarifa eléctrica, y generalmente orientada a las empresas de consumo masivo que estimule a la eficiencia, lo que contribuirá a la cultura nacional
      Venezuela es un país particular a sus vecinos, posee muchísimas riquezas que da altas ventajas absolutas frente a otros países, a pesar que dichas riquezas no son eficientemente aprovechadas, aún la participación mundial es privilegiada. En lo referente a la energía es donde podría destacar por su elevado potencial, más la situación energética actual deja mucho que desear; Venezuela cuenta con los principales combustibles utilizados para el aprovechamiento de la energía natural, destacando como país productor de petróleo, con altas reservas de gas y tramos hidrográficos ideales, esto hablando bajo el enfoque de producción energética.
Esto dio lugar a que, como somos generadores energéticos, se cobrara una tarifa por debajo del necesario para cubrir las necesidades del sector eléctrico. Dicha tarifa no ha sido modificada aún, por lo que puede inferirse que los precios bajos de las energías son barreras para su desarrollo.


Situación actual de las empresas de energía (gas y electricidad)
Venezuela es un país que puede jactarse de su potencial energético. Tiene reservas considerables de petróleo, gas natural y carbón, así como el potencial hidroeléctrico derivado de sus ríos al sur del país, lo cual le facilita obtener la energía secundaria mas importante hoy en día para la sociedad.

Sin embargo, una mala gestión de estos recursos  y del sector eléctrico como
per se compromete seriamente la disponibilidad de electricidad en el país. El resultado de esa mala gestión, iniciada a mediado del año 2002, ha aflorado en el 2008 con tres fallas graves visibles que han dejado a más del 60% de la población venezolana sin el servicio eléctrico.

Cabe recordar que la electricidad no es almacenable, se produce y se consume. En otras palabras, la capacidad de generación debe estar en concordancia con la demanda. Dicha capacidad debe ser siempre, por condiciones de confiabilidad en la prestación de servicio, al menos un 30% superior a la capacidad demandada. Cuando esta holgura comienza a disminuir, se presentan los llamados “apagones” y el racionamiento programado o no. Este aspecto reseñado con la capacidad de generación es trasladable a los sistemas troncales de transmisión y a los sistemas distribución de electricidad.

Otro aspecto importante ocurre con la planificación del sector el cual debe
proveer un horizonte de al menos 20 años. Esto obedece a que desde que se planifica y entra en operación una central hidroeléctrica transcurren en promedio 10 años; para plantas térmicas de más de 500 MW entre 3 y 5 años, y plantas nucleares 15 años. Es de señalar que en plantas menores a 500 MW se pierde la economía de escala y eficiencia energética.


Características del Sector
       El sector eléctrico venezolano desde el año 2007 ha modificado su estructura al ser estatizadas las empresas privadas y haber creado la Corporación Eléctrica Nacional (CEN), la cual es el holding que engloba las políticas y directrices del sector.

      La capacidad total instalada es de 21.215 MW, de los cuales el 65% (13.865 MW) son hidroeléctricos y 35%  (7.350 MW) son térmicos. Esta distribución de generación es una debilidad del sistema eléctrico nacional debido a su alta dependencia de la hidroelectricidad, y por la ubicación de esta generación al sur del país lo que requiere de largos sistemas troncales de transmisión para llevar la electricidad hacia el centro y centro-occidente del país, por lo que una falla en estas instalaciones afecta considerablemente el servicio.  Hasta mediados del 2005, una falla  ocurrida en este sistema  de generación-transmisión era soportada por las plantas térmicas grandes de Tacoa, Planta Centro y Ramón Laguna. Por el
retardo de la ejecución de las inversiones para plantas y líneas de transmisión nuevas y el crecimiento de la demanda, dichas plantas térmicas, hoy en día, no pueden absorber la falla, de allí la interrupción en cascada del suministro de electricidad. En la figura a continuación un esquema de las plantas de generación y los sistemas de transmisión a nivel nacional.
       Las plantas térmicas están diseñadas para consumir unas gas natural, otras diesel y otras fuel oil o combinaciones de estos combustibles. Otra característica negativa del sector eléctrico es que del total generado, un volumen equivalente a la generación térmica no es facturado o en otras palabras es considerado como pérdidas, las cuales totalizaron para el año  2005 unos 25.403 GWh, equivalente al 24% del total generado para la misma fecha.

      En cuanto a la tarifa eléctrica esta es una de la más baratas de Latinoamérica. El promedio nacional para el año 2005 fue de 64.47 Bs./KWh (0.03 $/KWh). Las tarifas no han sido modificadas en los últimos 8 años, situación que ayuda a la desinversión en el sector.

    En lo atinente al consumo por cliente residencial para el año 2005 se sitúo en 4.322 KWh, para una población servida de 26.3 millones de personas equivalente al 98.9 % de la población nacional.

La Demanda
       La proyección de la demanda eléctrica mostrada en la grafica fue realizada por la Cámara Venezolana de la Industria Eléctrica (CAVEINEL… una vez estatizado el sector  esta organización dejó de existir) en el año 2004. Para ese año la demanda se situó en 96.850 GWh, necesitando para su obtención unos 17.000 MW, equivalente al 80% de la capacidad instalada para ese año. Este porcentaje es menor a lo que indican las buenas prácticas técnicas y gerenciales, es decir, ya se estaba utilizando un 10% de la holgura.

      En el escenario 1, que presenta una demanda de 123.189 GWh para el año 2012, necesita la instalación de 7.000 MW (incluye el 30 % de holgura) adicionales a los del 2004.

      Para el escenario 2, la demanda estimada en el año 2012 es de 140.279 GWh requiriéndose la instalación de 10.800 MW (incluye el 30 % de holgura) adicionales a la capacidad instalada del año 2004.

        Estas cifras indican que el sector eléctrico desde el punto de vista de generación está en crisis, ya que no se ha incorporado nueva capacidad de generación, lo cual se refleja en las señales que ha dado el sistema, y que ya fue mencionado anteriormente.


        Una proyección de demanda al año 2024, indica la necesidad de instalar 22.500 MW (incluye el 30 % de holgura) adicionales a lo instalado en el año 2004. Adicional a lo anterior, es bueno recordar que el tiempo de vida operativa de una planta térmica esta entre 20 a 25 años, lo cual implica que debemos estar renovando gran parte de los 7.350 MW instalados.

         Por otra parte, el gobierno ha podido “paliar” circunstancialmente  esta situación con dos acciones directas: El reemplazo de bombillos incandescentes por bombillos de luz fría (bombillos ahorradores) y  por un racionamiento “vedado” en ciertas zonas del país. Sin embargo, esto ya no es suficiente. Por ejemplo, los bombillos ahorradores una vez que se queman, los usuarios lo reemplazan por incandescentes por ser estos más baratos. De allí la nueva ofensiva del gobierno de volver a regalar los bombillos de luz fría.

         Obsérvese en el grafico que el aporte de la hidroelectricidad se mantiene invariable después del año 2004, por lo que el crecimiento de la demanda es absorbido por generación de origen térmico.

La Crisis
        El actual sistema eléctrico nacional no cuenta hoy con la capacidad para satisfacer la demanda. En otras palabras, el sistema colapsó. Existe deficiencia en la generación, en la transmisión y en la distribución, y todo motivado por una gerencia ineficiente que en los últimos 10 años no ejecutó los proyectos programados y necesarios para satisfacer la demanda, la cual creció en dicho periodo en un 3.3% interanual.   

         La crisis ya se mostraba soterradamente en ciertas regiones y ciudades del país en las cuales se les aplica, desde hace mas de año y medio, un racionamiento o suspensión del servicio que las empresas públicas (principalmente CADAFE) denominaron “suspensión por trabajos técnicos”. Por otra parte, el gobierno creó la "Misión Revolución Energética" en la cual se sustituyeron unos 52 millones de bombillos incandescentes, aspecto que ya fue discutido.

         Como vemos, el gobierno conocía la situación  de crisis,
tantas veces anunciada por los expertos y tantas veces negada por este. Lo que dejó al descubierto al gobierno por los seguidos apagones nacionales (29 de abril y el 1 de septiembre.). El último ocurrió el domingo 19 de octubre en la mañana cuando la carga (demanda) del sistema es mínima…pero coincidió con un mantenimiento de dos de las líneas de  la terna de 800 Kv. Esto demostró lo frágil en que se encuentra el sistema eléctrico nacional.

El gobierno ha dicho que la crisis estará resuelta en tres meses... nada más alejado de la verdad.

         Recordemos que se necesita instalar unos 7.000 MW en los próximos 5 años (1.400 MW por año). Para tener una idea, tal capacidad de generación anual equivale a la construcción de una planta similar a “Tacoa”. Una planta de esta capacidad toma un  tiempo de construcción de al menos 3 años… no 3 meses. Para ver el deterioro en que se encuentra Planta Centro, haga click
aquí.

       Por otro lado, el actual gobierno “congelo” el desarrollo hidroeléctrico del Alto Caroni, (ver grafico de proyección de la demanda) por lo que el desarrollo futuro de generación eléctrica tendrá que ser térmica (Nuclear…ni pensar ya que una planta de este tipo se tarda 15 años en construirla). Lo más rápido a instalar serían turbinas a gas de 4ta. generación tipo GE 9E o frame 7.

      Al instalar la capacidad de generación faltante, se requerirá un suministro de gas para alimentar a estas turbinas de alrededor de 1.400 millones de pies cúbicos diarios (MMPCD). El país, hoy, sin incluir este volumen, presenta un déficit de 1.500 MMPCD. En otras palabras, no tenemos gas en el mediano plazo. Habría que generarlo, y el Plan Siembra Petrolera, tiene hoy un desfase de 3.5 años.

       Otra opción sería alimentar las turbinas con hidrocarburos líquidos (léase diesel). Este enfoque implica un consumo de 180 mil barriles diarios, volúmenes que no irían a exportación, disminuyendo así el ingreso de divisas. Por otro lado, hay que recordar que cada día la producción de crudo es menor para alimentar a las refinerías y estas no están trabajando a plena carga… quizás la opción sería importar diesel, ¡al igual que hoy en Venezuela se importa gasolina!
         Otra vía para generar térmicamente sería Orimulsión™ o carbón. En ambos casos, las turbinas serían a vapor (no a gas)…y se tarda más su instalación y construcción. Con respecto a la Orimulsion™, debemos recordar que el régimen la eliminó en el año 2003. Con respecto al carbón, a mediados de los años 80 del siglo pasado se habla de una planta eléctrica en el Zulia denominada “Carbo Zulia”. Los estudios indicaban que había que complementar el carbón zuliano con coque siderúrgico para aumentarle su calidad.

       Podemos indicar que independientemente del combustible que se escoja, el déficit de generación térmica puede ser cubierto, como muy temprano, entre 3 y 5 años, trabajando fuertemente, aspecto este que el régimen no ha dado buenos indicios. Es de acotar que para el suministro de los combustibles se requerirá, independientemente de dónde se instale la generación, de sistemas de transporte, muelles, gasoductos, poliductos y almacenamiento, lo cual complica aún más el panorama.

        En lo atinente a la inversión se estima en 360 $/KW, por lo que cada turbina de las indicadas arriba tiene un costo de alrededor de 54 MM$. A esto hay que agregarle el costo de construcción de planta y equipos. Un estimado total se sitúa en 1.000 $/KW, para una inversión total sólo en generación del orden de los 7.000 millones de dólares. También es de aclarar, aun teniendo la disponibilidad del dinero, que estos equipos no se encuentran en un estante tipo supermercado…sino que tienen tiempo de entrega, en algunos casos hasta mas de 2 años.
       En lo concerniente a la “Generación Distribuida”, que el gobierno ha asomado como la panacea, podemos indicar que con la instalación de 1.000 MW con plantas de 15 MW de capacidad (67 plantas en total) no resuelve el problema en el corto plazo. Estas unidades de generación han sido instaladas en poblaciones aisladas donde hoy es imposible por lo costoso llevarles electricidad desde el sistema eléctrico interconectado.

      El enfoque lógico es el de instalar grandes centros de generación, tal como se hizo en la década de los 60 del Siglo XX, cuando se planificó el desarrollo hidroeléctrico en Guayana, la construcción de Planta Centro (CADAFE), de Tacoa (ELECAR) y Ramón Laguna (ENELVEN).
      Esta planificación macro y nacional permitió que la población venezolana disfrutara de la electricidad las 24 horas, y no de una forma parcial como es característico de la generación distribuida, y que existía en muchas ciudades y poblaciones de Venezuela para la época. Bueno, esto, etapa ya superada, es lo que ofrece el gobierno para paliar la situación a la que nos ha llevado por su ineficiencia al no ejecutar los proyectos necesarios para absorber el crecimiento de la demanda y al no efectuar los programas de mantenimiento que requiere un sistema tan complejo y frágil como es el eléctrico.

     Algunos voceros del gobierno han expresado que la generación compartida la ha aplicado Cuba, y que ha sido exitoso. Es posible que haya sido así… pero, ¿tenía -o tiene- Cuba un índice de electrificación como el de Venezuela, la cual (aún hoy) está dentro de los mayores del mundo?.
       En otras palabras, ¿existe en Cuba un sector industrial como el de Venezuela (el que queda); tiene una industria del Aluminio que depende 100% de la electricidad; está el sector comercial y de servicios tan desarrollado como en Venezuela; la población cubana tiene los artefactos y equipos eléctricos que posee la venezolana, etc.? La respuesta es NO. Esa es la razón del éxito de la generación distribuida en Cuba.

       Por otro lado, con la generación distribuida se pierde la economía de escala, lo cual hace que los costos se incrementen, y por ende el usuario deberá pagar una factura más alta. Igualmente, por ser menos eficiente que las turbinas a vapor, las turbinas a gas-liquido (si son duales) emplearán mayor cantidad de combustible y, como su ubicación principalmente sería en centros poblados aislados a los sistemas de distribución de gas o si están cerca no hay gas, se alimentarían con gasoil (diesel), combustible “Premium” en el mercado internacional.
      Otro aspecto que  debemos considerar es la adecuación de los sistemas de transmisión y distribución para colocar la oferta donde se ubica la demanda. Para efecto de planificación y sentido direccional, se utiliza que por cada dólar invertido en generación se debe emplear 0.33 dólares en transmisión y 0.17 dólares en distribución y comercialización. Esto hace que para una inversión en generación de 1.000 $/KW, la inversión total sería del orden de los 1.400 $/KW.
      Para el caso que hemos analizado en el presente documento, de la necesidad de instalar unos 7.000 MW al año 2012, la inversión estimada se situaría en 9.800 millones de dólares. A esta inversión habría que agregarle el reemplazo o repotenciación de las plantas actuales por su obsolescencia.
      La situación actual de Venezuela, involucra en particular tres ámbitos energéticos todos considerados en crisis, cada uno con una altísima incidencia en lo social. Para cada uno hay múltiples propuestas de solución a la coyuntura industrial diagnosticada; en particular nos referimos a los tres servicios ya mencionados: gas domestico, electricidad residencial y gasolina, los cuales desde el punto de vista de su funcionamiento, atraviesan crisis severas, y las propuestas para su superación implicarían traumas severos para la población del país, lo que crearía severas restricciones en cuanto a su viabilidad política y económica.
       Este servicio, entre los considerados, es el único que realmente opera satisfactoriamente en todo el territorio nacional, a través de 1.500 estaciones de servicio y que se expende al consumidor venezolano a precios muy por debajo de sus costes de producción.
     Este, se puede considerar como el único beneficio que recibe la población venezolana en su condición de país petrolero, de grandes reservas y de producción de grandes proporciones a nivel global.
      Es de hecho, el sector que más polémica ha generado desde que este subsidio existe. Las consideraciones son diversas, pero se refieren principalmente a los 700 mil barriles de consumo interno, y que hoy día a los precios internacionales implican subsidios del orden de 15 mil millones de dólares para este año, según los cálculos de diversos economistas.
     Estas consideraciones teóricas y la experiencia histórica concreta nos indican que la política petrolera eficiente para Venezuela no es aquella que maximiza la renta petrolera, sino aquella que, en conjunción con una política económica integral, sea capaz de impulsar el máximo crecimiento de los distintos sectores productivos en el largo plazo. Es decir, la política petrolera debe entenderse como un capítulo de la política integral de Estado para impulsar el desarrollo global de nuestro país.
      La políticas fiscal, monetaria, cambiaría, comercial, y de gasto e inversiones públicas, deben estar definidas para convertir a Venezuela en un país de altos volúmenes de comercio internacional que exporte una mayor cantidad de bienes y servicios distintos al petróleo y que sustituya eficientemente importaciones. Esto significa una economía muy abierta comercialmente, corrigiendo cualquier distorsión que impida el logro de la competitividad internacional de la misma. Con un sector público reestructurado, con el compromiso de lograr un gasto eficiente en educación y salud pública, seguridad social, justicia e inversiones sociales y en infraestructura para el desarrollo.

CONCLUSION

     Plan Nacional “Simón Bolívar” de establecer los precios de las tarifas acorde a la proveniencia de la energía. Esto es una buena intención de darle el verdadero valor a lo que consumimos, y también crearía ciertos nichos nuevos de mercado para las inversiones, según la nueva tarifa, por lo que debe ser algo estudiado con la mayor profundidad para que la intención de descentralizar el país no termine en todo lo opuesto, en fin, esto puede ser adecuado con la planificación y el estudio necesario, además de coordinarlo con el crecimiento debido y necesario del Sistema Eléctrico Nacional.
      A pesar de esto, hay un factor importante a tener en cuenta, y eso que en el Plan Nacional “Simón Bolívar” mencionan el hecho de racionalizar el uso de energía. Esta parte puede ser doble filo, pues si bien es cierto que es necesario que la sociedad tenga tendencia al ahorro energético, sin embargo la idea no debe ser justificar los apagones y ausencia del servicio eléctrico por la intención de ahorrar, existen otros métodos como la publicidad al ahorro o la herramienta de los precios para acondicionar al consumo y no resulta necesario la ausencia del servicio, que es el costo más alto que podríamos pagar. Y si se menciona el hecho de “mejorar la red energética y su comercialización” se puede inferir que existe un compromiso por el Estado para inculcar los valores necesarios en las personas para que hagan un buen uso del servicio, además de realizar las modificaciones correspondientes para que los proveedores del servicio tengan la rentabilidad requerida y se estimule la inversión.
      El impacto ambiental es algo que tiene cada vez mayor importancia a nivel mundial, y Venezuela no es precisamente el mejor ejemplo de cuidado ambiental. Por tomar un ejemplo, el requisito mínimo que solicita el Estado para construir, es el estudio de impacto ambiental, pero este requisito no es suficiente para obtener mejoras en el ambiente, sólo contribuye en su conservación. Y esto es sumamente importante en un país como Venezuela que tiene también altísimo potencial natural, cuenta con paisajes privilegiados y tiene todo un campo turístico por desarrollar. Es razón para que cada vez más las políticas sean orientadas al cuidado ambiental, y el Sector Eléctrico Nacional no es la excepción. Ya sea impulsando la generación de energías alternativas o simplemente aplicando nuevas medidas para que la instalación y funcionamiento de las plantas generadoras no tengan que derivar en daños ambientales.
      Al mismo tiempo que la instalación y funcionamiento también debe tener la consideración adecuada de las poblaciones que estén adyacentes, pues la calidad de vida de las personas, y su ecosistema, no debe verse degradado, entonces así como se tiene que considerar el ambiente y el daño que hay que evitar, también tiene que observarse el estilo de vida de las personas que conviven allí, buscar mejorar sus condiciones de vida si es posible.

BIBLIOGRAFIA
Armenteros Acosta M. Y Vega García C. La Innovación tecnológica: Condicionamiento e impacto social en Tecnología y Sociedad GEST-MES. Editorial "Félix Varela"1999.
Avalos G. I Aproximación a la gerencia de tecnología en"Ciencia, tecnología y desarrollo interrelaciones teóricas y metodologicas. Compilador Eduardo Martínez Edit Nueva Sociedad. Venezuela,1994. venezuela,1994
http://www.cnti.gob.ve/index.php?option=com_content&task=view&id=93
http://oncti.gob.ve/pdf/locti.pdf

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